¿Y TÚ? ¿ERES COMERCIALIZADORA O ERES OPERADOR?

¿Alguna vez te has planteado formar parte del sector de telecomunicaciones?

Si es así, te habrás formulado un sinfín de preguntas y te habrán surgido miles de dudas al respecto. Una de las cuestiones que habrá rondado por tu cabeza será, con toda certeza, la siguiente: ¿necesito licencia para desempeñar las actividades que me he planteado? o, en otras palabras ¿necesito ser Operador?

¡Estás de suerte! En este blog te explicamos cuándo y por qué es necesaria la obtención de licencias ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la consiguiente inscripción en el Registro de Operadores y cuándo no.

Antes que nada, es primordial tener muy claras las actividades que quieres llevar a cabo en tu empresa, es decir, si deseas prestar servicios de telecomunicaciones o simplemente vas a distribuir o comercializar los servicios prestados por otros operadores. He aquí el gran dilema: ¿eres reseller o comercializador? ¿Sabes la diferencia? En AIT, te ayudamos a descubrirlo.

duda
Alto - cuidado

Es muy importante diferenciar estos dos conceptos que, más a menudo de lo que crees, provocan confusión. Por desgracia, si no eres bien aconsejado, esa confusión acaba pasando factura antes o después. En ocasiones, incluso llega a causar grandes conflictos que requieren de la intervención de la CNMC y suelen conllevar alguna que otra sanción (a modo de ejemplo, véase el expediente SNC/DTSA/021/15/CCFC). Para evitar llegar a ese extremo, vamos a ver estas figuras jurídicas.

Cuando una empresa actúa como comercializadora o distribuidora se dedica, a groso modo, a gestionar el servicio prestado por otro/s operador/s de comunicaciones electrónicas. Una comercializadora no es responsable del servicio ante los usuarios finales, no gestiona la numeración, no tramita portabilidades como operador donante o receptor (a lo sumo, como intermediario), tampoco se preocupa de la calidad del servicio ni se encarga de resolver las incidencias con los clientes finales.

La empresa que actúa como reseller o revendedora se encuentra en una situación totalmente distinta. En este caso, es necesario contar con las pertinentes licencias, porque realmente se está ejerciendo de Operador, te encargas de la prestación de los servicios tu mismo, lo que implica realizar las actividades que una comercializadora no hace: te responsabilizarás del servicio y de su calidad ante los usuarios finales, puedes gestionar tu mismo la numeración, realizarás portabilidades directamente y procurarás facilitar a tus clientes la mejor solución cuando reclamen alguna incidencia.

Y ahora pensarás… “Lo tengo claro: comercializadora. ¡0 responsabilidades y todo beneficios!” ¿Quieres un consejo? Espera a terminar el blog, pues no es oro todo lo que reluce.

Al no asumir las obligaciones del prestador de servicios de forma directa, la comercializadora actúa como mera intermediaria en el proceso. Esto significa, en primer lugar, que los clientes finales nunca serán de la comercializadora, sino del verdadero Operador, para quién trabaja aquella. Por tanto, sí, es cierto que la distribuidora no tiene demasiadas preocupaciones, pero ¿a qué precio? La comercializadora nunca podrá evolucionar en el sector de las telecomunicaciones y únicamente tendrá como beneficio las comisiones que le correspondan por cada venta que consiga.

Por su parte, la empresa que decide ser reseller basa su actividad en el alquiler de los servicios del proveedor, para revenderlos a sus clientes finales. En este caso, esta empresa sí tiene sus propios clientes finales y, si todo va bien y consigue abrirse paso en el sector de las telecomunicaciones, puede llegar a evolucionar de tal manera que acabe prestando servicios propios. Es más, puede expandirse a tan gran escala, que incluso es posible que ella misma se convierta en proveedora de otros operadores minoristas.

¿Qué piensas ahora? ¿Ya tienes claros tus objetivos? ¿Quieres trabajar para los demás vendiendo sus servicios? ¿O prefieres ser un verdadero Operador y prestar tu mismos los servicios a tus propios clientes? ¿Eres comercializador o reseller? ¿Todavía tienes dudas? Llámanos, nosotros te informaremos más detalladamente para ayudarte a tomar tu decisión.

Si piensas a lo grande y te has decidido por la reventa de servicios, recuerda que es imprescindible la obtención de las correspondientes licencias para ser Operador. Si no sabes cuáles o no sabes cómo hacerlo, ponte en contacto con nosotros y te asesoramos al respecto según tus necesidades.

También es posible que ya te hayas decidido por cuál va a ser la actividad a desarrollar en tu empresa, incluso que tengas tus licencias, pero que hayas contactado con algún proveedor y, al facilitarte la propuesta comercial, sea tan confusa que no tengas claro si te ofrece un contrato de comercializadora o de reseller. Si te encuentras en esta situación, ¡qué no cunda el pánico! En AIT te ayudaremos para que no te den gato por liebre.

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