En el post de hoy os queremos hablar del papel de la CNMC en nuestro sector, el de las telecomunicaciones. ¿Por qué es tan importante la CNMC para los operadores?
Antes que nada, vamos a explicar brevemente qué es la CNMC y cómo funciona internamente. Las siglas que dan origen a su nombre provienen de Comisión Nacional de los Mercados y las Competencias. Se trata de un organismo público con personalidad jurídica propia, independiente del Gobierno y sometido a control parlamentario. La CNMC se originó en 2013 cuándo el Parlamento decidió unificar los organismos reguladores preexistentes y la autoridad de competencia, buscando garantizar la seguridad jurídica y la confianza institucional.
Entre estos organismos encontramos a la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones), originada en 1996 con el fin de actuar como la Autoridad Nacional de Regulación (ARN) del sector de las telecomunicaciones en España.
Actualmente, el objetivo principal de la comisión es asegurar, resguardar y fomentar el adecuado funcionamiento, la transparencia y la existencia de una competencia efectiva en todos los sectores productivos y mercados, en beneficio de los consumidores y usuarios.
En el ámbito de las telecomunicaciones, algunas funciones de la CNMC consisten en: arbitrar los conflictos que puedan surgir entre distintos operadores, gestión de los Registros de Operadores de comunicaciones electrónicas, de recursos públicos de numeración y de parámetros de la televisión digital terrestre; control del cumplimiento de las obligaciones de servicio universal, fijación de precios regulados y precios máximos, análisis y definición de mercados, etc.
Dentro de las funciones de la CNMC en nuestro sector, queremos destacar la gestión del Registro de Operadores y del Registro de Numeración. ¿Qué implica dicha gestión? La Comisión es el organismo al que una empresa debe dirigirse cuando inicia el proceso para convertirse en operador. Mediante el primero de ellos, la CNMC gestiona las altas y habilita a las mercantiles como personas autorizadas para realizar las actividades de explotación de redes y prestación de servicios de comunicaciones electrónicas.
Por otro lado, el Registro de Numeración es el encargado de asignar y subasignar los recursos de numeración tanto fija como móvil en todo el territorio español. ¿Qué significa esto? Una vez la empresa está inscrita como operador, en caso de querer poseer numeración propia que poder vender a sus clientes, deberá dirigirse a esta entidad para solicitarla.
En conclusión, si un operador desea funcionar en el mercado español de manera correcta y acorde a la ley, deberá contar con la autorización de la CNMC para cada uno de los servicios que quiera ofrecer a sus clientes.
Por último, queremos contaros qué puede hacer AIT por vosotros, operadores, en relación con la CNMC. En primer lugar, nuestro departamento técnico cuenta con profesionales del sector que, en el momento del alta, estudian tus necesidades en profundidad para asesorarte sobre cuáles son las licencias que deberías obtener para los servicios que deseas prestar. Una vez tenemos eso claro, preparamos toda la documentación para la solicitud de inscripción y la presentamos en la CNMC por ti, obteniendo las licencias en menos de 15 días. Es decir, en AIT te acompañamos durante todo el proceso para constituirte como operador.
En segundo lugar, si eres ya operador y deseas obtener numeración, te asesoramos al respecto y tramitamos la solicitud para conseguir los recursos deseados. Además, en AIT realizamos cualquier otra gestión relacionada con la CNMC que puedas necesitar: asesoramiento con las tasas de telecomunicaciones, redacción y presentación de comunicaciones para solicitar cambios de datos, escritos para notificar la continuidad de las actividades inscritas o la cancelación de estas, expedición de certificados registrales, etc.
Nuestro objetivo es conseguir que nuestros clientes puedan delegar en nosotros cualquier trámite relacionado con CNMC, evitando así preocupaciones innecesarias y quebraderos de cabeza.